La universidad parece estar fuera del alcance financiero de demasiados estudiantes de secundaria en el estado de Washington. Aunque cumplen los requisitos académicos, un número importante de ellos no sigue estudios superiores debido a su costo.
En el año 2007, la University of Washington decidió cambiar esa situación mediante el programa Husky Promise, que cubre la matrícula y los gastos para estudiantes provenientes de familias de bajos recursos en el estado de Washington. Durante el año académico 2018-19, casi 10,000 estudiantes asistieron a la UW gracias al programa Husky Promise. Estos se cuentan entre los más de 40,000 estudiantes cuya matrícula ha sido cubierta desde la implementación del programa.
Para celebrar más de una década de la existencia del mencionado programa, entrevistamos a dos estudiantes cuya educación fue financiada por el Husky Promise y cuya vida cambió gracias a las oportunidades que este les brindó.
M. Janel Brown, ’11
M. Janel Brown
Como parte del programa Upward Bound en la Escuela Secundaria Franklin, M. Janel Brown comenzó a visitar la UW a la edad de 15 años.
“Visitar el campus durante mi educación secundaria hizo que me sintiera muy a gusto en la UW y probablemente es la razón por la que inicialmente tomé la firme decisión de ir a la universidad fuera de Seattle”, afirmó Brown.
“Sin embargo, mientras enviaba las solicitudes, tuve que enfrentar la realidad de los costos universitarios”, agregó. “Luego tomé conocimiento del programa Husky Promise, lo cual consolidó mi decisión de asistir a la UW”.
Brown fue parte del primer grupo de estudiantes financiados por el Husky Promise. Vivió una exitosa experiencia en la universidad, donde se desempeñó como presidente de la Unión de Estudiantes Negros y directora de relaciones comunitarias de la Asociación de Estudiantes de la UW.
Para expresar su gratitud por las oportunidades que le brindó su beca, Brown se desempeñó como embajadora del programa Husky Promise y viajó para visitar escuelas secundarias, a fin de informar a los estudiantes sobre el mismo.
“Sentí que informar a los estudiantes sobre esta oportunidad —especialmente a aquellos provenientes de mi vecindario y de entornos similares— era una pequeña manera de poder retribuir algo de lo recibido”, declaró.
Su experiencia como estudiante de la UW también le reveló a Brown el rumbo que tomaría su trayectoria profesional: la enseñanza.
“Me di cuenta de que había muchas disparidades que impedían que estudiantes provenientes de entornos como el mío encontraran los recursos necesarios para inscribirse, asistir a clase y alcanzar el éxito en instituciones como la UW”, aclaró Brown. “Por eso decidí dedicarme a la enseñanza”.
En el año 2011, Brown se graduó en la UW con una licenciatura en Estudios Étnicos Estadounidenses y subespecializaciones en Diversidad y Educación, Aprendizaje y Sociedad. Luego se mudó a Washington, D.C. y comenzó a enseñar.
Continuó sus estudios superiores hasta obtener una maestría en diseño curricular y pedagogía en la Trinity Washington University. En el 2016, asumió el cargo de directora fundadora de diseño curricular y pedagogía en la Escuela Pública Subvencionada (Charter) Sustainable Futures.
“Una experiencia de estudio en la UW es el pasaporte a una educación de clase mundial”, afirmó Brown. “Me concedió cuatro años de vivencias, enseñanza y aprendizaje sin tener que endeudarme por ello”.
Victoria Braun, ’17
Victoria Braun
“Casi todos piensan que el programa Husky Promise solo consiste en ayuda financiera”, dijo Victoria Braun. “Pero es mucho más que eso”.
Tan pronto como finalizó la escuela secundaria, Braun ingresó a la UW, pero apenas llegó al campus se sintió abrumada. “Y entonces me fui”, agregó. “Durante esa etapa tuve que lidiar con muchas cuestiones personales por las que reconocí que simplemente debía dejar la universidad y desarrollar una estrategia”.
El hecho de postergar la universidad para trabajar y cursar clases en un instituto comunitario de educación superior ayudó a Braun a decidir cuál sería su próximo paso. “Deseaba poder demostrar a los demás que podía perseverar y obtener mi diploma”, afirmó. “Regresar a la UW siempre será la mejor decisión de mi vida”.
Tras volver al campus, Braun aprovechó el apoyo que ofrecía el programa Husky Promise, que incluía refuerzo escolar gratuito y la vinculación de los estudiantes con consejeros.
Durante su último año de estudios, Braun se sumó a la Unión de Debates de la UW. “No tenía nada que perder. Aunque fuera mediocre, aprendería algo y me demostraría a mí misma que esta vez sí podía alcanzar el éxito”, agregó.
Resultó ser que Braun no era mediocre. En el torneo del año 2017 de la Asociación de Debate Interrogativo, lideró a su equipo para obtener un campeonato nacional en su división.
En junio de ese año Braun se graduó con un diploma en comunicación. Desde entonces ha trabajado como gerente de cuentas para una empresa de colocación de personal informático en Seattle. Es una trayectoria profesional que el programa Husky Promise hizo posible.
“La beca me permitió ir a la universidad y obtener un diploma”, declaró. “Y, en definitiva, me brindó la seguridad financiera para alcanzar el éxito”.